En una franquicia intervienen dos actores principales: el franquiciador y el franquiciado. Cada uno desempeña su papel y ambos son colaboradores necesarios para el éxito del negocio. Resulta fundamental que la relación entre las dos partes sea franca, transparente y colaborativa, de forma que franquiciador y franquiciado se conviertan en “socios”, un término que implica mucho más que desarrollar conjuntamente un negocio empresarial.
¿Qué es y quién es el franquiciador?
El franquiciador es el titular del derecho de franquicia sobre una idea de negocio, además de su know how, marca comercial, producto comercializado o su comunicación, entre otros. En definitiva, el franquiciador dispone de los sistemas que hacen posible la marcha de un negocio, que hace extensible a un tercero (el franquiciado), con una limitación temporal y geográfica.
El franquiciador, por lo tanto, coordina y gestiona una red de franquiciados a quienes presta servicios tales como la transmisión del know-how, formación, asesoramiento, marketing, producto, etc., a cambio de unos royalties periódicos sobre las ventas.
El franquiciador debe ser una empresa consolidada, con experiencia en el desarrollo con éxito de un modelo de negocio en el sector en el que opera.
¿Qué es y quién es el franquiciado?
El franquiciado es el emprendedor o inversor que tiene la intención de comercializar los productos o servicios de una marca bajo el modelo de negocio que el franquiciador tiene desarrollado, lo que incluye diferentes aspectos como la comercialización, el modelo de gestión, las operaciones y procesos, y la formación entre otros muchos, siempre respetando la confidencialidad y lealtad comercial.
El franquiciado recibirá del franquiciador el know how necesario para la puesta en marcha de su actividad, al mismo tiempo que deberá desarrollar su negocio siguiendo las directrices de la empresa franquiciadora.
La principal ventaja de convertirse en franquiciado consiste en poder iniciar y gestionar un negocio previamente probado, con la experiencia y respaldo de una marca reconocida que desarrolla con éxito su actividad en el mercado. En consecuencia, el riesgo se reduce con respecto a otras opciones de emprendimiento empresarial, y existen mayores garantías de sostenibilidad del negocio.
¿Cómo ser franquiciado?
El primer paso para convertirse en franquiciado consiste en tener claro que es el modelo de emprendimiento o inversión que más nos encaja debido a sus probabilidades de éxito, y que estamos dispuestos a iniciar esa relación de confianza entre franquiciador y franquiciado.
Una de las decisiones más importantes que deberás tomar como futuro franquiciado será elegir el sector de actividad al que quieres dedicarte, evaluando las diferentes opciones que existen en el mercado. Una vez que inicies el contacto con el franquiciador elegido, éste te irá guiando en los siguientes pasos que debes realizar hasta convertirte en franquiciado. Si estás pensando en quién es el franquiciado perfecto para empresas como DIA y si reúnes el perfil adecuado, visita nuestra sección de la web “Perfil del franquiciado”.
Si te interesa el paso a paso para abrir tu franquicia y cómo ser franquiciado DIA, te lo resumimos en 8 pasos principales:
- Rellena el formulario de nuestra web
- Analiza tu perfil
- Test de competencias
- Entrevistas de selección
- Firma del contrato
- Plan de formación
- Apertura de tu tienda
- Acompañamiento al franquiciado
Derechos y obligaciones del franquiciado y el franquiciador
Resulta fundamental tener en cuenta los derechos pero también los deberes que tienen que cumplir ambos socios de la franquicia, franquiciador y franquiciado.
Obligaciones del franquiciador
- Disponer de una marca, producto o servicio, registrado e introducido en el mercado con éxito y que pueda ser fácilmente transmisible.
- Transmitir a sus franquiciados el know how de la franquicia.
- Contar con la infraestructura suficiente para proporcionar el servicio adecuado a los franquiciados.
- Disponer del correspondiente manual operativo, que avale el correcto desarrollo comercial y económico de la transacción.
- Proporcionar exclusividad geográfica a sus franquiciados.
- Garantizar a los franquiciados unos servicios permanentes de seguimiento, comunicación, innovación, promoción/marketing y soporte.
- Que su contrato respete el equilibrio entre las partes y defina claramente las reglas de juego
Si nos referimos a los derechos del franquiciador, destacamos que el franquiciado siga estrictamente los métodos y sistemas marcados, así como el mantenimiento de la confidencialidad de la información transmitida, además de recibir la compensación económica acordada en el contrato de franquicia.
Obligaciones del franquiciado
- Solvencia económica y profesional
- Respetar las directrices marcadas por el franquiciador, recogidas en el contrato
- Entender el espíritu del sistema de franquicia y adaptarse plenamente a la filosofía y a la identidad corporativa de la misma
- Capacidad de entusiasmo y entrega, así como la experiencia requerida
- Seguir la política comercial de la red, común a todos los franquiciados.
- Abonar las cantidades económicas pactadas en lugar y tiempo.
- Disponer de la organización necesaria para prestar servicio, tanto a la actividad propia de la franquicia como a lo demandado por el franquiciador, recogido en el manual del franquiciado.
- Que sus relaciones con el franquiciador estén basadas en la honestidad y en la confianza mutua
- Contribuir al éxito de la red de franquicias
En cuanto a los derechos del franquiciado, destacamos el de usar la marca para desarrollar la actividad del negocio, recibir asesoramiento por parte del franquiciador, disponer en exclusiva de zona geográfica, así como utilizar el know how para la explotación de su negocio.
¿Cómo debe ser la relación entre el franquiciador y el franquiciado?
Dependiendo del tipo de franquicia, esta relación entre franquiciado y franquiciador puede ser más paternalista, una posición más intermedia que tiene al franquiciador como “jefe”, o bien una relación del franquiciador como “socio”. Esta última es la que permite una mayor confianza y colaboración, dado que ambos se embarcan juntos en esta aventura como socios. A pesar de que el franquiciado tenga unas funciones y el franquiciador otras, ambos dependen del trabajo del otro y cooperan para conseguir los mismos objetivos.
Por ello, es importante establecer un diálogo abierto entre ambas partes, una escucha activa y una comunicación fluida. Compartir valores y cultura de marca resulta también fundamental, así como la motivación y el entusiasmo en un clima de confianza que permitirá establecer una relación duradera entre franquiciador y franquiciado.
Si estás interesado en las franquicias de alimentación y supermercados, y quieres saber cuáles son las características de una franquicia, contacta con nosotros y te brindaremos la información que necesites acerca de un franquiciador y franquiciado, y de cómo se articula esta relación de confianza en DIA.